Hubo una serie de días en los que no sabía como perdía el tiempo, la cuestión es que lo perdía a raudales. Pasaba un día y no había hecho nada de provecho, y no podía seguir así.
Ahora mismo vivo una situación particular, ya que ni trabajo ni estudio. No trabajo porque no tengo ningún trabajo fijo sino que tengo mis proyectos en los que ando trabajando (e intentando sacar dinero). Por otra parte no estudio, porque acabé las asignaturas de la carrera y solo me queda el proyecto final de carrera. Así que no tengo ningúna obligación en cuanto horarios. Salvo dormir 8 horas.
Para funcionar bien necesito 8 horas diarias de sueño, no excuses. Eso dejaba al día con 16 horas, y parecen muchas, mucho tiempo para hacer cosas. No lograba entender como no hacía nada en 16 horas, así que durante unos días me puse a medir todo lo que hacía durante el día, y entonces es cuando vi que iba mal, algo que antes no me parecía tan obvio.
Logré detectar donde estaban las fugas y como canalizar mejor las horas de trabajo, por lotes. También logré detectar cuando sacaba más calidad de trabajo, e incluso en algunos días lograr trabajar más de 8 horas por la simple razón de saber como distribuirlo y como sacar partido de ello.
La verdad es que es un ejercicio que recomiendo a todo el mundo que esté en la situación. Con medirse 3 días a uno mismo se averiguan bastantes detalles. Y es que ya lo dicen, lo que no es medible, no es mejorable.
Si alguien desea que me extienda un poco sobre el tema, no problem. Espero que os ayude.
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