The element de sir Ken Robinson fue el último libro que leí en 2009 y que creo que merece la pena comentarlo.
Para Ken, el elemento es el estado resultado de haber encontrado la pasión y estar explotándola en la vida diaría, algo que convierte a la gente en extraordinaria y algo que desgraciadamente mucha gente no encuentra a lo largo de la vida. Gente que encontró el elemento acabó fundando empresas multinacionales y ONGS que ayudan a miles de personas, gente que la encontró desarrollo una vida plena en las artes, deporte o en la investigación científica, gente que la encontró vivió una vida plena y satisfactoria.
A través de ejemplos de personas que lo alcanzaron, el autor nos va narrando los factores que pueden determinar la busqueda y el encuentro del elemento. También desmonta algunos mitos y critica el sistema educativo.
La creatividad es una de las claves que da el autor para comprender el alcance del elemento. El descubrimiento del elemento, junto a la creatividad, que no es más que la imaginación aplicada, explica como gente corriente puede llegar al máximo de su potencial, realizando gestas que al resto nos parecen imposibles. Por desgracia, la creatividad es algo que el actual (y pasado) sistema educativo se empeña en exterminar, un sistema educativo más propio de la época de la revolución industrial, donde primaban las disciplinas que ayudaban a la industria, que del mundo actual, el de la sociedad del conocimiento.
El resto del libro presenta factores que potencian el descubrimiento, como la integración en una tribu, el abandono de prejuicios culturales, el mito de la suerte, la ayuda de mentores o el mito de la edad.
Y para mi el clímax del libro llega en los últimos capítulos, donde da un repaso a acciones increibles que ha realizado gente que descubrió su elemento junto a los retos que presenta el mundo en el que actualmente vivimos, y como vamos a necesitar de esa gente que encuentre su elemento.
Creo que es un libro al que vale la pena echarle un vistazo. En él no encontraremos nuestro elemento, pero obtendremos las claves para encontrar nuestra pasión y no dejarla escapar, y como potenciar esa búsqueda. Además contiene un montón de historias inspiradoras de gente que estaba destinada a alcanzarlo todo.
The element, en amazon.
Sir Ken Robinson en la wikipedia (en inglés).
Sir Ken Robinson en Ted, ¿Matan las escuelas la creatividad?
En otro órden de cosas, algo curioso es que, si transportaramos un médico-cirujano del siglo XVIII a la actualidad, el médico se quedaría sin palabras. Igual si transportamos un contable o en general cualquier profesional. Pero si transportaramos un profesor este simplemente se podría a dar clase magistrales sin ningún problema. Algo curioso y triste, y es que aunque pongamos ordenadores en las aulas la educación necesita una reforma más profunda, una reforma que permita a los alumnos y futuros profesionales encontrar el el elemento para desarrollar todo su potencial. Y es que el elemento de alguien puede ser tanto la investigación científica como la danza, no hay ninguna regla en esto.
Lástima que la gente que está al cargo de las instituciones no hagan lo necesario. Y lástima que la gente que tiene creatividad y iniciativa sea frenada por un sistema anticuado y pesado, como un monstruo con pies de barro. El actual sistema educativo no potencia las mejores cualidades de la gente, ni permite descubrirlas. Ni siquiera está al día en las disciplinas del siglo XXI.
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