lunes, 10 de mayo de 2010

Ejemplo Street Marketing

Hace tiempo se lo comenté a un amigo, pero no me hizo demasiado caso. Le planteé una campaña de marketing para su lavadero de coches.

La campaña costaría lo que vale un bote de cristasol, unas cuantas pegatinas de tu negocio (o folletos) y un día. Hasta ahora lo típico es poner folletos debajo de los limpiaparabrisas del coche, algo que sueles coger y tirar en cerocoma. Pero ¿y si en vez de ello demuestras lo limpio que quedaría el coche si fuera a tu lavadero? La cuestión sería limpiar una parte del cristal del coche, de delante o atrás, y hacer ver la diferencia de limpio-sucio. Quizás la parte del conductor, pero no la del copiloto. Y luego dejar el tipico folleto diciendo que cuesta poco tener el coche así de limpio. No es que limpies todo el coche, solo un poco del cristal. Costaría un poco mas que dejar el cartelito, pero siento curiosidad por ver el resultado.

¿Lo probarías? Seguro que no dejaría indiferente al cliente... al menos es algo que todavía no ha visto y que llama la atención. Y mucho más original que el típico cartelito que te endosan en el cristal.

Si tienes un lavadero o algo similar, o lo tiene un amigo, coméntaselo para ver que opina. A lo mejor la idea asusta porque es algo que no es típico. Puedes empezar probándolo solo en una calle, y en el folleto puedes poner que si lleva el coche con ese folleto puede obtener un minidescuento. En ese momento le preguntas que le ha parecido la campaña, si le ha gustado e impactado.

Y si quieres todavía más, Business Intelligence. Apúntate la matrícula y guarda registros en un miniportatil. Premia a los clientes fieles, y a los que con más regularidad asisten. A la gente le gusta que se acuerden de ella y que les premien por su fidelidad. Seguro que quedarás mucho mejor que la competencia y generas una campaña boca a boca que no tiene precio.

Y ya la bomba. Haz fotos de lo limpio que quedan los coches y súbelas a internet, a tu página, al facebook, al flicker. A la gente también le gusta ver su coche en internet y comentarlo, y a ti no te cuesta nada.

Bueno, probablemente no tengas un lavadero, pero echar un poco de imaginación cambia la cara del negocio. A final de cuentas atreverse a hacer cosas diferentes y probar es lo que cuenta.

¿Te atreves con la idea? Si lo haces, avísame, me gustaría mucho conocer la reacción.

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