Muchas veces hablo de emprendedurismo y de ganar dinero, y la verdad es que puede ser un tema obsesivo, pero nada más lejos de la realidad. Creo que el camino de búsqueda al dinero te lleva a otro sitio diferente, a uno que te gusta mucho más que el de solo emprender para hacer dinero.
Para mi, en el camino de buscar el dinero (honradamente) te encuentras a ti, a lo que se te da bien hacer y a lo que quieres hacer en la vida, y no solo al dinero. Parece que el dinero es un fin, pero es más un medio que otra cosa. Todo aquel que emprende espera poder hacer dinero y muchos tienen éxito, lo que pasa es que no se metieron solo por el dinero, o si empezaron solo por eso, descubrieron otras cosas. Muchas veces en ese camino de la búsqueda del dinero es cuando aparece lo que nos motiva, lo que nos gusta hacer, lo que te pasarías horas y horas haciendo y la recompensa de ello es el dinero, aunque más que eso diría yo, la satisfacción de hacer algo que te gusta. Por eso, quien nace rico rara vez puede experimentar esa sensación. Y por eso también, muchos de los que se hicieron ricos continúan trabajando en aquello que les hizo ricos, porque encontraron lo que les gusta.
Y lo mejor es que cuando empiezas a hacerlo, y si llegas a la independencia financiera, entonces el tiempo podrá pertenecerte y con él hacer lo que quieras. Al final vale más el tiempo que el dinero. Eso es lo que pasa cuando buscas y encuentras el dinero. El dinero puede ser un buena excusa.
Por eso animo a todo el mundo a querer ser rico, a que haga dinero (currando, eso si), porque así la gente se espabila a hacer cosas y a encontrar en que es bueno y que le gusta. Y si te gusta tu trabajo a pesar de que no te haga rico, sigue con él, aunque recuerda que siempre tendrás esta vía abierta.
A veces, lo mejor que le puede pasar a una persona del primer mundo, es no tener dinero y tener que buscarlo. O lo que es lo mismo, pasar hambre.
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