Aquella organización o aquel individuo que diga una cosa en su web oficial y no lo mantenga en el mundo real, sobretodo cuando se trata de dinero, merece... la muerte digital.
No puede ser que correos anuncie unas tarifas en su web y luego en las oficinas sean otras, y no a favor del cliente precisamente. Solo se me ocurre llamarlos estafadores.
Al menos puedo quejarme en este blog.
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